Por las fuentes clásicas, principalmente las romanas, sabemos que los druidas ocupaban dentro de las sociedades celtas un papel semejante al de “sabios para todo”. Lo mismo mediaban en una guerra entre los hombres, intercedían ante los dioses, como ejercían de médicos, farmacéuticos, magos, astrónomos o bardos; o se encargaban de conservar y trasmitir los conocimientos de sus pueblos a las siguientes generaciones.
Verdíal es un druida de la última época celta (siglo XII). Personaje de la novela de Roque Cameselle “Bieito Dubidoso” se caracteriza como los de su clase por vivir en estrecho contacto con la naturaleza y por el extraordinario conocimiento de la fauna que habita los bosques. Aunque a diferencia de lo que nos describen los cronistas de la Antigüedad, manifiesta que su magia no proviene de ningún poder sobrenatural, sino de la destreza de sus manos y de una rarísima habilidad: la de hipnotizar animales, sustrayéndoles su voluntad con la persuasión de la voz y la mirada. Viste de blanco pero su indumentaria se parece más a la de un ermitaño que a la de un filósofo y no corona su cabeza con muérdago quizá porque no se cree rey de nada.
Verdíal es un druida de la última época celta (siglo XII). Personaje de la novela de Roque Cameselle “Bieito Dubidoso” se caracteriza como los de su clase por vivir en estrecho contacto con la naturaleza y por el extraordinario conocimiento de la fauna que habita los bosques. Aunque a diferencia de lo que nos describen los cronistas de la Antigüedad, manifiesta que su magia no proviene de ningún poder sobrenatural, sino de la destreza de sus manos y de una rarísima habilidad: la de hipnotizar animales, sustrayéndoles su voluntad con la persuasión de la voz y la mirada. Viste de blanco pero su indumentaria se parece más a la de un ermitaño que a la de un filósofo y no corona su cabeza con muérdago quizá porque no se cree rey de nada.