A través de la empinada cuesta de la Canicouva los soldados escoltan una cuerda de presos, inagurando un acto repetido con trágica frecuencia en la historia de la ciudad de Tui.
El rio discurre en apariencia ajeno a lo que sucede. Ante su impasibilidad, alguien pregunta:
- ¿Recordará el Miño?
- Quizás no como pensamos.