viernes, 14 de octubre de 2011

Edad Media y cine


La iconografía cinematográfica de la Edad Media está cimentada en las grandes producciones de Hollywood de los años cincuenta y sesenta. Como en el caso de la Roma o la Grecia antigua, poco tenían que ver con la realidad histórica. Los fastuosos desfiles de numerosísimos y disciplinados soldados con lustrosos uniformes, los castillos inmensos, las esbeltas princesas, nunca existieron.

Los ejércitos eran hordas de mercenarios pagados con botines de guerra y saqueos, o nutridos con levas forzosas. Las princesas victimas de matrimonios de conveniencia que juntaban reinos como se junta propiedades y que disfrutaban del amor en lechos ajenos al marital. Las fortalezas, pequeñas construcciones de habitaciones reducidas e incomodas, dedicadas a la defensa y no a las celebraciones, las cuales se realizaban al aire libre y consistían en brutales justas entre hombres, o animales y hombres: con luctuoso final asegurado.

La representación más realista de la Edad Media, también tuvo su cine, cuyo exponente más famoso, no el único, fue Bergman con "El Séptimo Sello" (1957) y "El Manantial de la Doncella" (1960).



La inspiración de las películas de Hollywood fueron diversas novelas de los escritores románticos como las basadas en la saga artúrica, con los Caballeros de la Tabla Redonda, la de Ricardo Corazón de León y su seguidor Robín Hood, Rob Roy el héroe escocés de Walter Scott, en España, el Cid Campeador recreación del poema medieval Mío Cid. Como ejemplo, nada significativo pues hubo cientos de producciones "Las cruzadas" (1935), "Robín de los bosques" (1938), "El halcón y la flecha" (1950), "Los caballeros del rey Arturo" (1953), "El príncipe valiente" (1954), "El Cid" (1961).
En "The little wizard. O mago Dubidoso" se respeta la convención de las estética, sobre los contenidos hablaremos en la próxima entrada.



 
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