jueves, 12 de abril de 2012

Una línea clara a seguir en el cine de animación



"L'île de Black Mór"

Cuando empezamos en Deboura el rodaje del largometraje "The little wizard. O mago Dubidoso", descubrimos en la obra del francés Jean-François Laguionie un modelo de diseño que nos fascinó. Era un camino artístico para la animación industrialmente modesta que procurábamos y hasta aquel momento no consiguiéramos hallar.

Nos gustaba la línea clara, pero nos repelía el esquematismo “fascistoide” de Hergé. Nos disgustaba el hieratismo demorado, aunque fascinante en su estética, de Corto Maltes.

En el dibujo de Laguionie se conservaba un trazo una perspectiva narrativa alejada de lo malo del patrón Hergé, preservando lo genial de la línea clara y del dibujante belga, cercanos al estilo de los dibujos y los cuadros de gran formato de Castelao.

A su vez, lo vimos compatible con la posibilidad de enriquecerlo con nuestro descubrimiento de los muñequitos rusos, que ya comentamos. También con la música, el montaje puramente cinematográfico tan cercano a nuestros admirados Ford y Hitchcock, hijos agradecidos de los padres de de la edición en el cine: Griffith y Eisenstein.



La película "L'île de Black Mór" de Jean-François Laguionie nos sirvió de referencia. Pequeña producción sin grandes pretensiones, con un guión que se salía de las historias ordinarias a las que parecen estar condenados los argumentos destinados al consumo infantil. Como si éstos sólo pudieran entender una parte de la realidad y la otra les estuviese vedada, o flotara a una altura que su estatura no alcanzara a ver. Tal si los estudios de Piaget no existieran y el mito de la inocencia infantil creada en el dieciocho aún no fuera desmontada.

Así, nos encontramos ante todo, una forma de relatar diferente. “Antigua”, dijeron algunos que nada saben, confundiendo 2D con trasnochado. Como cuando se descubrió la fotografía, los más, llamaron "antiguos" a los pintores impresionistas.

En el 2011 Jean-François Laguionie acaba de estrenar su último film de animación "Le Tableau" (El Cuadro). Demuestra otra vez su genialidad. La capacidad de renovar el lenguaje de los dibujos animados. Inventado. Saltando todas las convenciones al hallar una nueva forma de expresarse. Vuelve a demostrar su capacidad de renovar el lenguaje de la animación mezclando el 2D y el 3D con la delicadeza de lo indectectable. Hace Arte. Como escribió el maestro Gregory Lukács: "Cuando el lenguaje supera los límites del lenguaje ordinario gracias a la capacidad creativa del artista, se hace lenguaje artístico". "Le Tableau" es sin dudarlo una obra de Arte del cine de animación.



 
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